La creatividad tradicionalmente en sus definiciones ha sido considerada como una capacidad y una habilidad de pensamiento que lleva al ser humano a generar una producción original y novedosa, y en concordancia con estos planteamientos también se estima como un producto, por cuánto la creatividad, se manifiesta en los resultados y materializaciones de la idea. Esta concepción enraizada en un paradigma esencialmente positivista, ha orientado los estudios a la búsqueda de la caracterización de la persona creativa y al desarrollo y aplicación de instrumentos para medir y fortalecer tanto la conducta y el comportamiento creativo, como a fortalecer en el individuo habilidades y destrezas para el logro de competencias que lo lleven a la obtención de frutos originales y valiosos. En general nuestra educación y ejercicio disciplinar han estado cobijados por esta visión, etiquetando al sujeto como procesador mental, generador de productos y actor de entrenamiento, en una visión aunque válida, limitada y reduccionista de la creatividad.
Esta visión, está siendo superada con la apertura de nuevos paradigmas referidos a las formas de pensar y a las maneras de hacer ciencia que con el mismo rigor y validez, pero desde distintos enfoques comprensivos y emancipadores, y aún explicativos pero flexibles a lo múltiple y trascendente de lo humano, han logrado abrir caminos al estudio y desarrollo de la creatividad con una visión más allá del estructuralismo y el funcionalismo, y son aquellos que concitan la vivencia en una dinámica integradora, nuevas rutas de acercamiento a la creatividad que sobrepasan el ámbito instrumental y la utilización de caminos basados sólo en leyes fundadas en nuestra precaria percepción, dejando de lado potencialidades y senderos que con igual rigor nos apoyan la pregunta por nosotros mismos y la interacción del sujeto con el cosmos.
M.Tirado (1998) plantea que la creatividad sólo es posible comprenderla en una permanente construcción en la dignidad de la existencia y en un acto creador el cual requiere primero de un hombre interrogado por sí mismo y el medio circundante, que además exige el libre juego de enfrentarse a un acto de comprensión abierto, sin ataduras en el que logre una posibilidad permanente de encuentro con el todo. Plantea cómo muchas personas limitan la creatividad o la paramentan y la confunden de manera corriente con la recursividad, habilidades o técnicas.
G. Aldana (1996) plantea al referirse al análisis de nuevas búsquedas sobre el estudio de la creatividad, al nacimiento de la tercera generaciión, la primera la define como la del pensamiento creativo, la segunda como la estrategia creativa, la tercera la concibe como la del vivir creativo, en el reconocimiento de la posibilidad de nuevas formas de abordar el conocimiento y en el entendimiento de que gran parte de los impedimentos creativos, no son necesariamente de origen racional a nivel de pensamiento y se derivan en buena medida, de no preguntarnos por quiénes somos, para qué somos y qué papel asumimos. Esto plantea, la necesidad de incorporarnos a la vivencia, fundamentada en la actitud, el goce y el disfrute, en la armonización de las facetas de la vida, en la voluntad de encontrar nuestros propios puntos cardinales, y en la fortaleza de vivir de manera coherente; un tipo de creatividad más integral, que transita sendas alternas a las del pensamiento y al de las estrategias de solución de problemas y técnicas de creación.
J. Parra (1996) expone en relación a los estudios sobre creatividad, que se manifiestan nuevas tendencias desde distintos enfoques y disciplinas, que podrían ofrecer nuevos caminos a la investigación de la creatividad, al respecto dice: "…Estas tendencias han surgido con mayor fuerza de los campos como la antropología, la semiótica, la comunicación, la psicología cultural, la historia de las mentalidades, la ética, el constructivismo cultural y hasta de la geometría fractal o los modelos matemáticos probabilísticos, todos ellos en nuestro concepto tratando de hacer aproximaciones menos deterministas y lineales al hombre y al pensamiento.”
Igualmente expresa que en estas nuevas perspectivas, se espera que encontraremos pistas para entender mucho mejor el pensamiento creativo, lo cual al parecer está mucho más ligado a lo plausible, al azar, al mundo de las intenciones y al de las metáforas, que a los modelos tradicionales de descripción y explicación conceptual del mundo.
En la red de Pensamiento Complejo, en referencia a la concepción de la creatividad, se expresa que ésta empieza a verse desde algunas teorías como un hecho ontológico más que cognitivo, enfatiza que es la presencia del ser humano ante su realidad la que importa y no tanto su eficacia sobre ella. Sustenta que es el ser total el que participa en el evento creativo y esto define el carácter de ese evento, y que no es sólo un problema de saber y conocimiento, puesto que en este acto el hombre se torna transformador y creador de ámbitos, y esto es dado porque participa de la dinámica real de la vida, que es la dimensión del caos y el desorden.
En apoyo de estos plantamientos, J. V. Rubio expone la aparición de diversos argumentos en torno a esto: “…aparición de mensajes, en este sentido, en " la creatividad en los márgenes " del psicólogo German Rey (1993), en la propuesta por una " Fantástica " (una disciplina que Gianni Rodari pretende construir), en las combinatorias tipo Beta de Carlos Vasco (1991), que nos recuerdan las asociaciones múltiples de Gruber y en fin la quiebra de la simetría de la perfección por fluctuaciones de Escher, la reflexividad de Varela, los Deslizamientos Creativos de Hofstadter y en las novisimas propuestas de la creática.”
En este mismo sentido, sobre la reflexión orientada a flujos y fusión de fuerzas desencadenadoras de la manifestación creativa, sintetizadas como energía producto de la dinámica del ser interior y el medio circundante. S. De La Torre (2006), como parte de la introducción a la obra: Comprender y Evaluar la Creatividad, plantea: “La energía, el flujo vibracional en términos de Sheldrake, Prigogine y Bohm, es el punto de encuentro entre la naturaleza creativa que evoluciona movida desde dentro por un tipo de “conciencia cósmica” y la creatividad que transforma a través del flujo psicosocial, fruto de la interacción entre la fuerza interior y el medio. Dos formas de energía de las múltiples manifestaciones o emergencias de la conciencia. Conciencia y energía nunca se pierden, se transforman.”
En síntesis la concepción de creatividad que hasta hace poco la abordábamos como proceso resolutivo, como capacidad, habilidad, o producto, está siendo superada. Las teorías de la múltiples inteligencias, el sentipensar como estrategia integradora propuesto por De La Torre (2001), la inteligencia emocional y el aprendizaje multidimensional, nos inducen a contemplarla como una dimensión humana integral y compleja, como una manera simultánea de ser, querer, pensar y hacer en interacción permanente con la vida, en la cual interviene un proceso tanto cognitivo-afectivo como energético en estrecha relación con la dimensión ambiental transformadora del sujeto y el objeto, para la generación, desarrollo y disfrute de manifestaciones nuevas, pertinentes y relevantes a distintos niveles; expresivos, recreativos o inventivos, que son simplemente un juego en la búsqueda de lo dignificante y trascendente.
El fortalecimiento y desarrollo de la creatividad, ya no se apoya solamente en el conjunto de guías, instrumentos, técnicas y estrategias, estos van de la mano con la aceptación, comprensión y construcción integral del ser humano y su relación con el medio circundante, relaciones físicas, emocionales, energéticas, que construyen mundos posibles. La Física desde la cuántica aporta nuevos elementos para la comprensión de la creatividad; la Biología nos ofrece la posibilidad de establecer una trama de relaciones funcionales complejas del genoma y de la red de funcionamiento cerebral y la relación mente entorno; la Psicología nos ofrece posturas más allá de lo personal para la compresión del ser humano como un todo expresivo de su energía interior entramada con un todo universal y energético; la Educación, nos presenta un ser complejo, por descubrirse y construirse con gran potencialidad, pero inacabado y aprendiz, esto sólo por citar algunas vertientes que nos hacen vislumbrar una cuarta generación de la creatividad.
Autor: Carlos Alberto González Quitian.
Mgs. Desarrollo Educativo y Social.
caralgonza@gmail.com
Los aspectos cuyo conocimiento nos puede ayudar a ser más creativos y también lo que nos está dificultando lograr resultados de mayor creatividad.
lunes, 22 de septiembre de 2008
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Datos personales
- Jorge E. Ojeda Matías
- Fundador, Propietario y Presidente de Ojeda Multiservices Corporation (OMC), Rector de la UVI, Master en Educación Avanzada y excatedrático de la Universidad Pedagógica de La Habana "Enrique José Varona". Licenciado en Educación (equivalencia de Bachelor in Sciences of Education in USA). Especialista en Pedagogía, Psicología, Creatividad, Dirección turística, Opinión Pública y Medios de Comunicación.
2 comentarios:
muy interesante! buenas propuestas...saludos
Muchas gracias
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